¿Que es Internet? 3/10
Como ya he explicado antes, el acceso a Internet de cualquiera de nosotros/as lo contratamos a través de lo que en la jerga habitual se llama un ISP (Internet Service Provider). Lo que en castellano se traduce (como ya es habitual) invirtiendo el orden de las palabras anglosajonas: Proveedor de Servicios Internet.
Los paquetes de datos que mandamos y recibimos pasan por el proveedor de acceso a Internet, y si lo comparamos con una oficina de correos donde pasan las cartas que mandamos y/o nos llegan, la comparación con correos ya solo es válida a medias. Nuestros datos salientes y entrantes son como las antiguas postales que recibíamos o mandábamos: el empleado de correos podía leerlas si quería al igual que puede hacer hoy nuestro proveedor de Internet. Es verdad que antes, las cartas eran mucho más difíciles de leer aunque en épocas de dictadura y censura, se leían si eras persona vigilada. No tengo ninguna razón para dudar de mi proveedor ni de ningún proveedor español, pero es evidente que en ese campo, no existe una privacidad real.
Nadie (que yo sepa) paga a DOS proveedores de servicio de conexión a Internet ya que resultan bastante caros en nuestro país. Solo quienes se dedican a hacer comparativas y estudios se pueden permitir ese lujo. Así que, más del 99,9% tenemos un único proveedor. Y, se mire como se mire, somos de algún modo clientes cautivos siempre a expensas de la política de tráfico que emplee nuestro proveedor.
Si por alguna razón, ciertos días y a ciertas horas se produce un tapón en los sistemas internos del proveedor porque recibe más paquetes de datos que los que puede procesar, puede eliminar los que no caben en la cola. Una analogía automovilística permitiría decir que si hay un tapón en el peaje de la autopista, el concesionario que explota esa autopista estaría de algún modo autorizado a destruir los coches (y sus ocupantes) que colapsan el flujo de vehículos.
He puesto una comparación extrema que por suerte nunca se va a producir, pero es cierto que pueden haber días en que no te llega el mail que estás esperando, y tienes que reclamar que te lo manden de nuevo, etc. También puede ocurrir que a ciertas horas quieras ver una película de NetFlix y que vaya a saltos porque muchos clientes de tu proveedor están viendo las suficientes películas en la misma plataforma para que se frene el flujo de datos que llegan a tu casa. Da igual que tengas fibra óptica: la tubería tiene un ancho, y si todos optamos por abrir al mismo tiempo el grifo del agua caliente puede que el agua no nos llegue caliente a nadie...
Es conveniente revisar el contrato de servicio Internet, ya que suele llevar letra pequeña y si bien contratas 100Mb o 300Mb e incluso 600Mb, igual apenas recibes la décima parte de lo contratado, y en general sueles tener muy escasas defensas jurídicas si te enfrentas al colectivo de proveedores españoles. He tenido alguna que otra amarga experiencia en ese campo…
En Europa, el filtrado de ciertos datos es ILEGAL, pero NO lo es en USA. Como da la casualidad de que muchas plataformas que utilizamos están ubicadas en USA, la tentación del proveedor de acceso a Internet puede llevarle a crear ciertas situaciones que pueden resultar incómodas para el usuario.
Pongamos un ejemplo real que pasa desde los inicios de la red de redes: un gran proveedor europeo puede pensar que en tu acceso a Meetic o Badoo (sitios donde la gente va a ligar) haya algo injusto porque el proveedor ha hecho y está mejorando el tendido de fibra óptica que cuesta decenas de millones. Está pagando sueldos, permisos de obras para agujerear aceras y calles. En resumen: hace todo lo que sea necesario para llevar la fibra óptica a tu casa. Debido a la elevada competencia actual solo puede cobrar un abono de 35€ al mes por navegar por Internet con fibra óptica, y sin embargo los chicos de Meetic o Badoo cobran 30€ al mes por conectarte a ellos cuando apenas se han molestado en crear una WEB que contienen un poco de programación que ha costado mucho menos del 1% de lo que vale el tendido de fibra desde el que te conectas.
Al final de la corrida tu proveedor piensa que los contenidos se llevan mucho más dinero que él, y en un momento dado eso le permite pensar: Gracias a mis servicios decenas de miles de usuarios están haciendo ricos a badoo o Meetic y yo apenas cubro gastos, así que quiero mi parte de sus ganancias. Intenta hablar con Badoo o Meetic y les dice: o me das el 10% o el 20% de tus ingresos o freno el acceso a tus páginas para que vayan tan lentas que a nadie le apetezca conectarse a ellas… Puede darse a menudo (y aún pasa a veces) una situación muy similar con miles de abonados a Internet que entran a ver series de Netflix o a mirar vídeos musicales de alta definición en Youtube (que es de Google), colapsando así los sistemas del proveedor de Internet que te vendió el acceso por fibra óptica como la opción ideal para no tener problemas de consumo de ancho de banda…
Si esa situación ocurre, es como cuando alguien pide cobrar un impuesto revolucionario mafioso parecido al que se pagaba antes en Sicilia y todavía se paga en algunos países del Este, donde te ofrecen pagar mensualmente a individuos dudosos una especie de seguro para que tu tienda no se incendie por “pura casualidad”.
En realidad, planteado así (hablo de nuevo de Internet) ese es un razonamiento erróneo. ¿Porque? Pues porque sencillamente tú, consumidora o consumidor de Internet NO recibes vídeos de YouTube, tu pides verlos y los ves. A ti Netflix no te mandan vídeos a diario, ves los que tu decides ver. Por consiguiente ese tráfico no lo generan ni Youtube ni Netflix, sino tus peticiones que se rigen por tus gustos y apetencias personales.
Tu no has contratado Internet porque te ponga cachondo el ver el parpadeo de las lucecitas en tu precioso router. Si no eres fetichista enganchado a las rutilantes tuberías de cobre, te has abonado al servicio de aguas potables simplemente porque quieres tener agua corriente en casa. Volviendo a lo nuestro, podemos afirmar que lo que realmente tiene valor para ti es el contenido de Internet al que puedes acceder, a ti Internet no te interesa como conexión a un ente abstracto, simplemente te interesa porque deseas acceder a contenidos concretos de Internet.
Si nos ponemos a jugar a quien sale ganando, en la realidad cotidiana incluso YouTube podría llamar a tu proveedor y pedirle que le pagara él, alegando que siendo YouTube la principal atracción de Internet, la mayoría de sus usuarios abonados pagan su conexión a la red para poder ver los vídeos de YouTube que es el mayor atractivo de la red de redes.
Es evidente que ambas posturas son igual de irreales. Durante años los grandes proveedores de servicios de acceso a Internet han usado argumentos peregrinos hablando de la estrategia del “Cuco”, ese pájaro parásito que anida en nido ajeno. De algún modo esos grandes proveedores han dicho y repetido que muchos grandes de Internet (Facebook, Google, Amazon, etc.) se aprovechan y anidan en una red global que han creado y mantienen otros mientras ellos no pagan nada de nada, y se enriquecen con ella.
Aún así, cuando un proveedor de acceso a la red alega que no le pagas por transportar paquetes de datos de vídeos pesados, miente como un bellaco, ya que la única razón por la que pagas tu abono mensual de conexión a Internet es precisamente para que tu proveedor transporte el contenido que deseas leer, ver, escuchar, etc.
Seguiré en una próxima entrega con la ansiada neutralidad de Internet que dista mucho de cumplirse a pesar de leyes y reglamentos europeos, pero algo tiene que quedar claro: Si bien y muy a pesar de los operadores telefónicos españoles se eliminó el Roaming para llamadas móviles cuando viajas por Europa, la Unión Europea tiene todavía mucho trabajo pendiente, ya que mientras en Francia un abono a Internet te ofrece además de TV, telefonía móvil con tiempos ilimitados y telefonía fija gratuita no solo en Francia sino para llamadas GRATUITAS a Europa y USA. Algo que ya está incluido en la cuota de 35€ que pagas como abono francés a Internet, en España el precio del contrato es como mínimo el doble, y si quieres llamar a tus primos de Francia te sigue costando un ojo de la cara. Así que esperemos que las telecomunicaciones y el acceso a la red de redes se democratice y avance por igual en toda Europa, cosa que nos vendría de perlas a los españoles que con sueldos más bajos que en otros países vecinos, pagamos mucho más caros que nadie, esos servicios públicos considerados de primera necesidad: agua potable, electricidad y acceso a Internet. Aunque como todos sabemos, alguien (es decir NOSOTROS) tiene que pagar los cuantiosos sueldos de ex-políticos que al acabar de ser ministros suelen anidar como cucos en esas compañías que nos sangran a todos y a diario.
Helio Yago.
Seguiré en cuanto pueda… aún hay muchísimo que contar… ya que apenas acabo de abrir el melón... 