¿Que es Internet? 2/10
En esta segunda entrega os hablaré de nociones básicas de configuración que considero necesarias entender.
Teniendo en cuenta que las diferentes máquinas externas con las que nuestro ordenador (o nuestros ordenadores) van a comunicar, necesitan saber con quien lo hacen. Todo nuestro ecosistema casero que en general y como mínimo, consta de al menos un ordenador y un teléfono móvil conectado por WiFi, tiene una única dirección Internet pública que nos proporciona el router que nos ha instalado en casa nuestro proveedor de Internet. Esa dirección pública que está en la red es la que nos identifica a todos los efectos.
Teniendo en cuenta que las diferentes máquinas externas con las que nuestro ordenador (o nuestros ordenadores) van a comunicar, necesitan saber con quien lo hacen. Todo nuestro ecosistema casero que en general y como mínimo, consta de al menos un ordenador y un teléfono móvil conectado por WiFi, tiene una única dirección Internet pública que nos proporciona el router que nos ha instalado en casa nuestro proveedor de Internet. Esa dirección pública que está en la red es la que nos identifica a todos los efectos.
Ejemplo práctico: estoy navegando buscando una información en Google al tiempo que escucho un vídeo de Youtube en mi teléfono móvil. Para que mis dispositivos puedan recibir los paquetes de datos que he solicitado, tanto mi móvil como mi ordenador (ya sea portátil o de sobremesa) tienen que estar conectados a Internet mediante el router. Al estar conectado a Internet, en los registros de mi proveedor figura la dirección pública que se me ha otorgado mediante el router.
Es posible (ocurre a menudo, aunque cada vez menos, por suerte) que yo esté navegando por Internet usando la WiFi de mi vecino que en un descuido ha dejado abierta, es decir accesible a cualquiera sin necesidad de poner una clave de acceso. Os puedo asegurar que mi vecino se comporta de manera inconsciente ya que él mismo se pone en grave peligro: Si alguien malintencionado, pasa por la calle y capta una red Wifi abierta, se puede conectar a ella y cometer un fraude bancario (no sería la primera vez que eso ocurre) y como todo lo que sale del router de mi vecino está registrado en los sistemas de su proveedor de Internet: todas las conexiones realizadas, a que direcciones de Internet, en tal fecha y a tal hora etc. El vecino se puede ver metido en un serio lío judicial sin comerlo ni beberlo, ya que es el responsable legal de su conexión a Internet y si desde ella se comete un delito bancario o se accede a páginas ilegales como son las que tratan de terrorismo, pedofilia y demás lindezas de ese tipo, el vecino las va a pasar canutas….
En una ocasión y estando aún con ADSL mi proveedor de Internet me tuvo varios meses sin conexión, por lo que tuve que pedir a mis vecinos que tuvieran la amabilidad de pasarme su clave de acceso Wifi para mantener dos páginas Web que yo administraba y que necesitaban mi intervención a diario. Me las dieron sin problemas ya que les dije que prefería que me dieran su clave de acceso en lugar de abrir el acceso de su router a cualquiera. Cuando se resolvió mi problema al instalar ya la fibra óptica en mi zona, la contraté de inmediato y me desconecté de los vecinos que ya han cambiado sus claves Wifi al contratar como yo, la fibra óptica.
Consejo a no olvidar NUNCA: mantened bajo clave compleja vuestra conexión Wifi.
Normalmente los routers vienen con una clave complicada ya predefinida e impresa en una etiqueta pegada a él. Sinceramente prefiero cambiarla y poner una igual de compleja pero más descriptiva. En cuyo caso, entro en la configuración Wifi del router y la cambio a mi conveniencia.
Como son las direcciones de Internet:
Las direcciones de Internet se definieron desde sus inicios como bloques de 4 números de tres dígitos separados por un punto. Los bloques de 4 números que definían las direcciones de Internet, por razones de la lógica binaria que es innecesario explicar aquí, tenían un rango que iba del 000 al 255. Por ejemplo, una dirección real de internet es: 217.160.0.7 . Concretamente esa dirección corresponde a mi página WEB: https://helioyago.es que es mi Web personal de fotografías de acceso público en Internet, lo que viene a decir que cualquier habitante de este planeta que disponga de una conexión Internet puede acceder a ella, ver las fotos, marcar las que le gustan si quiere, incluso dejar un comentario si así lo desea.
Todo eso está muy bien, el mundo entero puede visitar, pero reconoceréis conmigo que es bastante más cómodo y aclarador, el acceder a mi WEB escribiendo en un navegador: https://helioyago.es en lugar de la dirección real de Internet que no es otra que: 217.160.0.7 como ya os he dicho antes.
Digamos que además de contratar (por Internet) en un proveedor de espacios WEB, un lugar que ni sé donde está ni me importa, donde ubicar mis fotografías, he pagado a las autoridades reguladoras de Internet en España el derecho a usar el hombre helioyago dentro del espacio de dominios punto ES, que son los dominios españoles, al igual que los hay punto FR (franceses), los punto COM que son los comerciales, los punto ORG que son las organizaciones (en general, sin afán de lucro).
Todo lo que acabo de describir en detalle, no es un proceso complicado en absoluto: he ido al proveedor de espacio Internet que más me ha gustado, y dando mi nombre, DNI y evidentemente una forma de pago válida, me ha gestionado el espacio, el contrato del “dominio” o “domain” en inglés (así se llama el nombre de una página WEB en Internet) y ya puestos dicho proveedor se ha ocupado de registrar el nombre que le he dicho ante las autoridades españolas, sin tener que dar yo ni un solo paso ni hacer una llamada. Todo por Internet, al igual que en su día contraté el mismo nombre para un dominio Europeo que es un punto EU, aunque pagar una cuota anual de entre 15€ y 20€ que no me aporta nada, dejó de interesarme y me di de baja. Me he quedado con el punto ES que ya es más que suficiente.
Para hacer todo esto más legible, ya que entre los nombres de dominios más las extensiones punto ES, punto EU, punto COM, se optó en su momento por poner en la red una seria cantidad de ordenadores (Creo que deben rondar los 300) que contienen la dirección real en dígitos y el nombre del dominio. Esos cacharros se llaman DNS (abreviatura anglosajona de: “Domain Name Server”). Como los anglosajones escriben las cosas al revés de como lo hacemos en España, la traducción es: Servidor de Nombres de Dominios. Cuando entráis a Internet, vuestro proveedor además de daros la dirección de 4 dígitos que os identifica, os conecta de inmediato a un DNS (eso ya viene incrustado automáticamente en el router que tenéis en casa), y cuando escribís en vuestro navegador que queréis ir a la página de “google.es” para buscar lo que sea, el router automáticamente os dirige al DNS predefinido que tiene, el cual cambiará “google.es” por su dirección real que es: 216.58.211.206, es así de sencillo.
Por supuesto, cuando contratas un espacio WEB, es decir un dominio de Internet, además de todo el proceso de registro, el alta del dominio donde proceda en función de si es español o de otro país, el proveedor de ese servicio también lo inscribirá en un servidor DNS para que el dominio sea accesible para todos, ya que los servidores DNS del mundo entero se actualizan entre ellos y por ejemplo cuando registré mi página WEB, en un plazo de 24h los DNS la hacían disponibles no solo en España sino en USA, Australia Japón y en el mundo entero.
El la siguiente entrega entraré a hablar de como navegar protegido y anónimamente para evitar el ser sistemáticamente rastreado, además del tema candente de “la neutralidad de Internet” cosa que sigue siendo una palabra vacía y no un hecho real.
Helio Yago.